Chamacuero, Gto.
(También llamado Comonfort, Gto.)
Fotografías
Paisajes
Carpinteros



El puente de Guadalupe (el orgullo)


Fotografías antiguas parte uno



EL PUENTE DE GUADALUPE  (EL ORGULLO)
Fotografías cortesía de las Sra. Ma. Teresa Ortega

Allá por el año 1934, durante el mandato del entonces presidente municipal, don Tiburcio Guevara, se inició la construcción de un puente sobre el río Laja, para comunicar la cabecera municipal con la población de Neutla. Cabe recordar que por aquél entonces los recursos destinados a la obra pública eran escasos, mucho más para un municipio pequeño como el nuestro, por ello, la construcción de semejante puente  debió ser la obra de gobierno más importante realizada en mucho tiempo. 
El puente era muy largo, más de cincuenta metros, de unos ocho metros de ancho, apoyado en cinco pares de columnas de concreto cimentadas en el cause del río.
Tenía una balaustrada y catorce pilastras de concreto con sendas luminarias de forma esférica, implemento por demás necesario, dado que la mayor parte del tráfico era de peatones, gente a caballo o vehículos de tracción animal.
Se inauguró hacia mediados de 1935 y debió ser un gusto, casi un lujo, cruzar de manera rápida y segura -sobre todo en tiempo de lluvias- de un lado al otro, sin tener que recurrir a un lanchón o aguardar horas a que bajara la corriente.


El puente de Guadalupe (la vergüenza)


EL PUENTE DE GUADALUPE (la vergüenza)
Fotografías cortesía de la Sra. Ma. Teresa Ortega
El puente de Guadalupe, inaugurado en 1934, enorme, sólido y todo un orgullo fue afectado por las crecidas y comenzó a deteriorarse. Hay que recordar que el río Laja en ese entonces era un río bronco, si se me permite la expresión, no fue sino hasta tres décadas después que sus aguas fueron reguladas por la presa Allende. Así que en los años treinta las crecientes eran muy grandes.




LA PLAZA 5 DE FEBRERO, También llamada Plaza Principal y Jardín Principal.
Fotografías cortesía del Lic. Fernando Coello, la Sra. Ma. Teresa Ortega, la Profra. Ma del Rocío Ángeles y la Srta. Lorena Cano.

La actual plaza 5 de Febrero no es tan añeja como otros lugares distintivos de nuestro municipio. Claro que el lugar siempre ha estado y, hasta donde sabemos no hubo alguna construcción en medio de dicho espacio.  Según se comenta, y al decirlo así es evidente que no cuento con la referencia bibliográfica apropiada, este espacio era la huerta de la casa parroquial, muy probablemente cuando el Padre Hidalgo pasó por Chamacuero, existiera un pequeño baldío.  La actual traza de andadores y áreas verdes data de finales del siglo XIX. Considero las siguientes fotografías las más antiguas al respecto, el crecimiento de los laureles nos da una idea de ello, mientras más esbeltos sean los troncos y más ralos los follajes, estamos ante una foto más antigua.



La Plaza 5 de febrero

Gente
Sitios
Danzantes y otros
No nos fue posible identificar a todos los carpinteros que figuran en esta fotografía, ojalá que alguien nos ayude a remediar esta imperdonable omisión.

1.-Carpintero apodado "el mudito"
2.-Santos Olalde
3.-Tomás Méndez Galván
4.-Jesús Méndez Galván
8.- Sr. Espinoza
9.- Nicolás Lindero.
10.- Sr. Leal



CARPINTEROS (hacia 1940) cortesía del Dr. Alberto Méndez Pérez.

Esta imagen resulta significativa, no sólo por el número y el prestigio de los carpinteros que en ella aparecen, sino por que a la derecha está -en proceso de fabricación- una de las carrocerías que este taller fabricaba para los camiones de transporte público de aquellos tiempos (qué lujo haber viajado en un vehículo hecho de madera y ensamblado a mano). Otro detalle especial es la enigmática piedra tallada en la esquina superior derecha de la puerta del fondo, esa piedra sigue en el mismo lugar, como hace sesenta años  y aún no sabemos el porqué de sus diseños.

Sin mayor argumento que la mera suposición, esta fotografía, con tantas personas sobre el puente y algunos endomingados, debe corresponder a la inauguración de la obra. "El Orgullo" debió ser mucho para una población tan pequeña, tener un puente tan sólido, tan bien hecho, tan bien iluminado.

Otra imagen del puente flamante, seguramente del mismo día, casi le puedo decir que los chamacuerenses que caminan en el puente son los mismos en ambas fotografías. Dos cosas se deben observar, la primera que el nivel del agua casi toca la estructura inferior del puente, la otra ¿de dónde pudieron haber tomado esta foto? La perspectiva nos indica que el fotografo estaba de frente al centro del puente, y con una corriente de ese tamaño, ¿Cómo tomó la foto? ¿Desde dónde?¿De un lanchón?

Esta es la imagen más antigua que conozco de la construcción del puente, se aprecian las columnas intermedias casi terminadas en su totalidad. Las siguientes fotos muestran el proceso constructivo de los elementos horizontales que los unen.


En esta fotografía se aprecia el proceso constructivo, el primer tramo, el más cercano al lado de Comonfort, ya cuenta con la balaustrada de concreto, en el segundo y tercer tramo están coladas las trabes y la losa, del cuarto al sexto tramo hay un avance variable en la colocación de la cimbra. Abajo, al pie del segundo tramo se aprecia la cimbra de forma trapezoidal para los extremos de las trabes. 
Esta imagen es casi la misma que la anterior, pero tomada desde la otra cara, se ven más claros los cajones trapezoidales de la cimbra y a la izquierda un puente hecho con dos tablones, por los que pasa un oficial despreocupadamente.

Esta fotografía es más antigua que las anterores, aquí aparece, apenas cimbrado el primer tramo, la cimbra de las vigas "T" del segundo tramo y el apuntalamiento del tercero. Nótese, en el extremo de la izquierda la "Santa Cruz" que todo trabajador de la construcción erige en su centro de trabajo el día tres de mayo, por lo escaso del caudal del río, la foto debe ser de mayo o junio de  1934.




Aquí podemos apreciar las vigas "T" que salvaban el claro entre cada par de columnas y sobre ella la losa para la superficie de rodamiento. Nótese que el diámetro de las varillas de acero de dichas vigas es considerable, tal vez de una pulgada.
Aquí vemos un buen número de trabajadores y un colado de concreto en proceso, figuura una revolvedora de concreto como algo especial, digo como algo especial porque hoy día resulta inaceptable tender concreto si éste no es premezclado en planta; en aquellos años, recordemos que hablamos de mediados de los treintas, la presencia de una revolvedora de concreto era un gran avance y poco menos que un lujo. Pero haber colado semejante volumen de concreto con una revolvedora es sorprendente, Además, no duden ustedes que la arena y la grava las proveyó el mismo lecho del río.


Y para confirmar que este puente estaba destinado a ser un orgullo, en la fotografía previa se aprecia a un oficial en un singular andamio resanando la parte inferior de las trabes.  Quizá no fuera por estética sino para cubrir el acero de refuerzo que, por deficiencias del colado, hubiera quedado expuesto.

Las dos imágenes precedentes refrendan el orgullo que este puente debió transmitir, la del lado izquierdo, por el ángulo de la toma,  lo hace ver alto y majestuoso, la del lado derecho no podría ser más idílica, con el chamacuerense de sombrero, de espaldas en primer plano y el cerro de los remedios al fondo, para que nadie dude que el puente fue construido en Chamacuero.
En estas imagenes se puede apreciar un daño notorio y se ve claramente que el segundo par de columnas está hundido casi un metro, con relación a su nivel original, el tercer par luce un poco menos hundido y el siguiente parece estar en su nivel correcto. Ambas imágenes pueden ser contemoráneas, aunque por el ángulo en que fue tomada, la de la derecha parece con mayor deterioro. El daño mostrado habla de que no fue la estructura superior ni las columnas sino la cimentación la que falló en primera instancia. Por otra parte, por más que intento no alcanzo a descifrar qué dice el cartel del lado izquierdo. Y tampoco puedo explicar cómo le hizo la creciente para destruir todas las lámparas de cristal. Es broma, ya sé que fueron los chamacos maldosos de aquella época, quienes además sí sabían usar una resortera.
Aunque estas imágenes no fueron tomadas desde el mismo punto que las anteriores, podemos apreciar que el hundimiento de los apoyos del puente es mayor, las balaustradas a pesar de la inclinación parecen resistir el esfuerzo, o parecen obstinadas en resistirlo.

Es muy fácil imaginar defectos en el proceso constructivo, mala calidad de los materiales o errores en el diseño. Lo cierto es que las fotografías de la construcción muestran una estructura sólida y uns procedimiento constructivo correcto. Además, créame que si una construcción tiene un hundimiento de un metro en sus apoyos, debe resistrir la carga dinámica de las crecientes, y aún así permanece en pie, no está del todo mal construida.

Estas fotografías muestran un puente que ya es intransitable  y un puente ya colapsado por las crecientes.  Es de notar que, pese al grado de deterioro, una parte de la balaustrada se conserva en su lugar. Como es evidente que esta estructura era intransitable, aun en tiempo de secas, lo que no se llevó el agua debió ser demolido y adaptado para un tránsito de estiaje. 
Cuando veo la forma en que estas sólidas estructuras se hundieron recuerdo mucho lo siguiente:  Si usted se coloca de pie en la playa, al alcance de las olas, olas pequeñas incluso, el agua llega, le moja hasta las rodillas.  Cuando la ola se retira, debajo de los pies uno siente como la arena va fluyendo con el agua y termina uno varios centimetros hundido en la arena. Sin atreverme a asegurarlo creo que ese fue el efecto y el defecto de nuestro puente. 

¿Por qué le llamo la vergüenza a este apartado? No creo que nadie en nuestro pueblo tenga de qué avergonzarse, pero cuando el puente estuvo listo, estoy seguro que muchos chamacuerenses lo mostraron a sus conocidos y a sus visitantes con orgullo.  Años después cuando les preguntaban por su puente deben haber sentido lo contrario. Máxime que no es común que un puente termine derruido por las crecientes.


Este "puente" tampoco existe ya, no es el de 1934, es un vado improvisado sobre lo que quedó de aquella estructura, pese a todo, este elemento dio servicio durante casi cuarenta años, hasta que se construyó el actual puente, el cual, por cierto, tampoco está exento de ciertas preocupaciones estructurales, pero, al menos lleva ya sus tres décadas de servicio. Y aquí hay algo irónico, si la cimentación del puente original falló y provocó su caída, esa misma cimentación sirvió de base para la modesta estructura que lo substituyó. De hecho esos elementos siguen en el mismo lugar hoy en día.
En este vado no cabían dos vehículos al mismo tiempo, desde la parte superior la caballerosidad o la descortesía definían quien cruzaba primero y más de algún percance se presentó por esta causa. Además de que con las crecientes este paso era intransitable y obligaba a dar un largo periplo hasta el barrio de La Palma, por lo menos.
Ahora dígame usted si, de niño, no llegó a descolgarse en bicicleta, a toda velocidad con la intención de cruzar el vado de una punta a la otra sin pedalear. Estoy seguro que sí, no creo haber sido el único aventurero sobre el río laja en aquellos tiempos.
Estas dos imágenes parecen idénticas, pero la primera es un poco más antigua que la segunda, lo que resulta innegable es que ambas fueron tomadas desde la segunda planta de "El Puerto de Veracruz", una célebre tienda de la que hablaremos más adelante. Resulta singular el nombre de la negociación ubicada a un costado del templo de San Antonio, se llama "El oriente"; curioso porque años después estuvo un negocio llamado "El Monte Líbano", que nos remite al menos al Medio Oriente. Del jardín en sí se alcanzan a percibir dos detalles, el piso parece un enlajado de cantera y en el arranque de cada andador hay dos pilastras de cantera coronadas con unos floreros, sea que haya sido intencional o casualidad, se asemejan un tanto a las bases de los faroles actuales.



Esta imagen contiene varias personalidades de los años treinta; lamento mucho no saber quiénes son, pero incluyo esta fotografía porque nos permite apreciar varios detalles del kiosco, como su modesta iluminación, la estructura de su techo y el barandal que persistió hasta hace unos doce años, sin embargo, es conveniente observar la moldura perimetral (podríamos también llamarlo faldón), que circunda el techo, alterna formas circulares cóncavas y convexas. 


Esta imagen es contemporánea de las dos anteriores, las tres pueden ubicarse a principios del siglo XX; el rótulo en esta imagen hace creer a muchos observadores que se trata del jardín principal de Empalme Escobedo. Para esa época, Empalme Escobedo se llamaba aún Empalme de González. Luego de corroborar la ubicación de ciertas especies vegetales en esta fotografía, comparándola con las dos anteriores puedo asegurarle que se trata de una vista de la plaza 5 de Febrero, tomada desde el lado norte, mirando hacia el lado sur. Ampliando mucho esta fotografía he podido corroborar que el barandal del kiosco es también el mismo que permaneció hasta la remodelación de 2002.

También de los años treinta, esta imagen del costado sur del Jardín Principal, donde se aprecia que no existe aún la calle magisterio.




Parece ser que el lugar favorito para fotografiar el Jardín Principal ha sido siempre el "Puerto de Veracruz". Lo primero que notamos es el grosor del tronco de los laureles, es evidente, también, que ya han sido podados y regularizados en la forma de su fronda.  Las bancas son las mismas, pero han desaparecido las pilastras de cantera en los arranques de los andadores y el elemento central de la fuente norte (imagino que también el de la fuente sur).  Esta fotografía también me atrevo a ubicarla en los años treinta.


Esta vista es el ángulo sur oriente, parece contemporánea a la imagen anterior. En primer plano luce muy claro el empedrado de las calles. Considero que esta imagen data ya de los años cuarenta, el faldón del techo del kiosco tiene ahora formas triangulares, seguramente producto de alguna restauración. La lámpara en la esquina, nuevamente parece haber sido rememorada por las lámparas actuales, tampoco sé si es por pura coincidencia.
Y ya que hablamos de personajes no reconocidos, en esta fotografía, por el momento, puedo decirles que el señor de lentes y de traje más oscuro en primer plano es el Lic. José Aguilar y Maya, gobernador del estado de 1949 a 1955; a su izquierda el presidente municipal José Hernández García.  Esta imagen corresponde a una serie de fotografías que conmemoran el primer centenario luctuoso del  doctor José María Luis Mora, mismas que comentaremos en otro apartado; la foto es de 1950, muy probablemente del 14 de julio de ese año. Nótese el faldón del kiosco y el techo, ya reparado, muy diferente a la cuarta foto de esta serie, donde aún se distinguía la estructura interna.

Esta es una de las imágenes más conocidas del Jardín Principal, aunque éste aparezca poco, el joven que roba cámara en primer plano, con su cajón de bolero, es el señor Serrato, Padre del señor Alfonso Serrato Ortega. Las casas de la calle Allende aparencen construidas en su totalidas, así que dicha calle debió abrirse varios años antes.  Esta foto puede ubicarse en los años cuarenta, el automóvil de la derecha puede ayudarnos a datar la imagen, también lo hace el letrero circular de Pemex al lado izquierdo.  Sé que no se distingue totalmente, pero la negociación en la esquina de la calle Allende dice "La Aurora", aunque ignoro si ya entonces pertenecía al Sr. Morelos. Justo frente a La Aurora, al momento de la fotografía pasa un rebaño de reses, sin que el hombre que las guía haya podido pasar a la posteridad por este medio.

Las construcciones que han rodeado la plaza 5 de Febrero revisten tanta importancia como la plaza misma, máxime si ya mencionamos que muchas de las fotografías precedentes fueron tomadas desde este edificio que atípicamente era de dos plantas ya desde principios del siglo XX. Leer los rotulos en la fachada de este negocio nos revela, también, parte de la cotidianeidad de nuestro pueblo en ese entonces. Lamentablemente esta significativa construcción no existe más, y su desaparición produce tanta pena como la que me daría mostrarles una imagen del edificio con que fue substituida.


Esta es la calle Pípila, a la derecha el portal donde la tradición oral dice que descansó el Padre Hidalgo. El portal se demolió para abrir la actual calle de Allende. Curiosamente era el único portal que jamás existió en nuestro municipio. Tanto esta imagen como la precedente son de principios del siglo XX.


Dos imágenes de la calle Hidalgo, principios del siglo XX y 1950. Qué ironía, la Primavera lucía más bella en 1910 que cuarenta años después y, por el ángulo de la toma, no sé decirles qué pasó con La Lluvia de Oro.

 
Fotografías del templo de San Francisco. Cortesía de la maestra Ma. del Rocío Ángeles y el Lic. Fernando Coello.

Cuatro imágenes del templo de San Francisco, todas  pueden ubicarse en los inicios del siglo XX. Como en este momento queremos sólo analizar las fotografías, no vamos a adentrarnos ni en la historia del templo ni en los muchos cambios que ha sufrido y lo mucho que a veces, todos nosotros, hemos sufrido semejantes cambios.




El templo de San Francisco

Esta imagen es por demás inusitada, se tomó desde la azotea de una casa, casi en la esquina de la plaza con la calle Abasolo, la cúpula no luce ningún recubrimiento brillante e incluso muestra una superficie un tanto irregular, los muros muestran la belleza de su añeja piedra. Lo más notorio es que la torre no existe aún. La espadaña donde tañían las campanas puede apreciarse de costado, lo que nos da una idea de su dimensión hacia el fondo.  Aunque quien tomó esta fotografía quiso dejar constancia del templo, los tejados en primer plano y la chimenea que los cruza nos dan una idea muy clara de los sistemas constructivos tradicionales en nuestra población; justo detrás de la chimenea se aprecia un muro de adobe que quizá continúe en su lugar.
Esta fotografía es un poco más conocida, nuevamente se evidencia la ausencia de la torre; es curioso, durante trescientos cincuenta años no tuvo una torre  y ahora es lo más representativo de su fachada, quizá porque se aprecia desde bastante distancia. Comparando esta imagen con el aspecto actual es evidente que los dos arcos de la espadaña sirvieron de base para el primer cuerpo de la actual torre, son casi los mismos muros pero con un recubrimiento de piedra gris, el nivel de arranque de este cuerpo es el mismo, a la mitad del nicho de la portada.  Y ya que menciono el nicho de la portada, es muy diferente la imagen de San Francisco que puede apreciarse en esta imagen que la que actualmente existe. No puedo asegurar que fue cambiada, pero si puede ser que a principios de siglo estuviera policromada y por eso el hábito parece muy oscuro y las manos y rostro muy claros. Viendo con detalle la portada se nota que algunos elementos estaban estucados y pintados, mismos que ahora aparecen en la piedra natural; por el contrario, otros estaban en piedra y ahora fueron pintados.  La cornisa que remata la fachada no existía, tampoco la balaustrada. La barda del atrio es prácticamente la misma, pero no tiene reja. También llama la atención el piso de tierra de la plaza y por supuesto el atuendo de los antiguos chamacuerenses que el fotógrafo transportó a la posteridad.
Las imágenes del interior del templo son del mismo día, aunque una tomada más cerca que la otra, una nos permite contemplar el arreglo de la nave principal y la otra el detalle del altar mayor. Debe ser una celebración de Corpus, las letras JHS y el hecho de que en el ciprés esté una imagen del Sagrado Corazón de Jesús así lo ameritan. Me llama mucho la atención la cantidad de macetas colocadas a lo largo de la nave, así como las plantas que cuelgan y cubren buena parte del pasillo central que forman las propias macetas.  Del lado derecho de la imagen, correctamente deberíamos decir del lado de la Epístola, hay un púlpito un poco más elaborado que el que ahora se encuentra en el lado opuesto (lado del evangelio).   También me ha llamado la atención el hecho de que a los lados de la imagen del Sagrado Corazón, no están San José y la Virgen María, sino San Pedro y San Pablo y esto no tendría mucho de particular de no ser que son los mismos, San Pedro y San Pablo que están en el retablo Barroco de los Apóstoles.  Mi gran interrogante es si estaban en esta posición siempre o sólo durante las festividades de Corpus  Me atrevo a imaginar que éste era su lugar permanente, ya que ambos ostentan una aureola, misma que ahora no tienen y que impediría colocarlos en el nicho.  Pero si este era su lugar permanente ¿Qué había en los nichos inferiores del Retablo de los apóstoles? Creo que la imagen del Sagrado Corazón es la misma que ahora está en uso y que normalmente se ubica en el altar neoclásico, del lado de la Epístola, más cercano al altar mayor.
 
Según me han informado, el Club Deportivo Aztecas F.C. existe desde el año 1922 y es el equipo representativo del futbol que se practica en nuestro pueblo, que no del municipio. A reserva de conseguir más información sobre el tema, le comento que hace unos veinticinco años alguien le llevó a mi padre una fotografía de los Aztecas de 1938 de los que él formaba parte. La misma persona, y lamento no saber quién fue, le llevó al señor Nicolás Gómez esta imagen. Ambos  colocaron las fotografías en un lugar visible de sus negocios, orgullosos de haber pertenecido a tan añejo club deportivo.  Esta copia es la misma que estuvo expuesta en la tienda de mi padre durante varios años, así que tal vez, amable lector, no le sorprenda verla.

Alineación

De pie: Victorino Cruz Silva, Prof. Jasso, Antonio Berlanga, José Cruz Silva, Adolfo Chávez.

En medio: Nicolás Gómez, Herculano  Oviedo, Manuel Lindero Llanito.

Hincados: José Carracedo Muñoz, Isidro Laguna, Juvencio Luna.

Por si no le asombra conocer esta imagen le agrego un par, tomadas aquel mismo día de 1938 y que mi padre guardó muchos años con afecto, aquí figuran, además de los ya mencionados: Juan Lindero, primero de pie a la izquierda; el Dr. Antonio Muñoz Martínez, de traje claro y José Alfredo Ortega, de traje oscuro.

Además de los jugadores en sí mismos llama la atención cuan despoblado  e "intacto" lucía el Cerro de los Remedios, así como las escasas personas que, en segundo plano y cómodamente sentadas parecen esperar el encuentro. Sin poder asegurarlo imagino que todos los integrantes de la alineación principal de los aztecas de 1938 han fallecido. Pero esta consabida magia de la fotografía nos entrega  la mirada que dirigieron a la cámara en aquel momento, una mezcla de satisfacción y orgullo por integrar el equipo del pueblo  parece adivinarse, satisfacción  que los acompañó  a lo largo de sus vidas.
Club Aztecas de 1938

 
Nuevamente el Sr. Francisco Javier Leal Rangel nos comparte una imagen de su archivo familiar, lo cual agradecemos cumplidamente.  Esta fotografía, como bien nos comentó el propio Francisco es, con seguridad, contemporánea de la que ya nos había compartido y que puede verse          , ambas datan de 1949, cuando el Lic. José Aguilar y Maya estaba en campaña para la gubernatura del Estado.
Es de notar como, sin habérselo propuesto, las personas que se hacen presentes con su apoyo, nos dan un panorama de varias comunidades que, por supuesto, ya existían en 1949.  Más relevante me parece la información que obtenemos sobre la vida diaria a mediados del siglo XX, son comunes los pantalones de pechera y alguien más luce un patio, el sombrero sólo está ausente en los niños y, aún así, algunos lo lucen con naturalidad. Viendo la manufactura de las pancartas no es difícil imaginar que fueron hechas por una misma persona y proporcionadas a los simpatizantes del candidato. Aunque los ahí presentes quizá no fueran de :
La Laguna, Orduña, Landín, Pocitos, Jalpilla, El Potrero, (Ejido)5 de Febrero, Delgado y Ejido Guadalupe. Tal vez la manta que asegura "COMONFORT RECIBE JUBILOSOS A SU CANDIDATO AGUILAR Y MAYA" Fue elaborada por alguien con más dedicación a los rótulos, dado el trazo uniforme de sus letras. 

¿Qué tanta adhesión tenían realmente los presentes a la causa del Lic. Aguilar y Maya?, casi setenta años después es irrelevante. Mucho más trascendente es que su imagen haya llegado hasta nosotros y podamos ver a los antiguos chamacuerenses, fotografiados contra las frondas de los árboles, enormes y densas, como debe ser en este pueblo.







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El Sr. Javier Camacho, de Empalme Escobedo, nos compartió esta imagen del templo de María Auxiliadora en esa población, nos asegura que esta fotografía forma parte de una serie de imágenes que pudieron compilar con la colaboración de muchos vecinos. En ellas se va dando testimonio de la construcción del templo. Ojalá nos sea posible compartir la serie completa en este espacio. Por lo pronto agradecemos al señor Javier Camacho por esta fotografía.

Durante la construcción del templo de María Auxiliadora, en Empalme Escobedo, el encargado consideró apropiado construir los muros perimetrales en su totalidad y, posteriormente, colocar las cubiertas. La primera cubierta que se colocó fue el entrepiso para el coro. Esta fotografía nos ilustra este momento. La virgen se ha colocado en el resguardo que esta techumbre ofrece, así es que también se oficiaba la misa en sentido inverso al actual. Los muros ya están enrasados al nivel de la cornisa y ésta está también configurada con el propio muro. A partir de este nivel se comenzarán a desplantar las bóvedas, dejando los espacios para las ventanas que le confieren tanta luminosidad a este templo.  En la foto se aprecian cinco albañiles con los pies hacia el vacío. Para las maniobras que saben realizar puedo asegurarles que esto no les representa ninguna audacia, pero creame que a esos seis metros de altura el vértigo ya es considerable.  El relleno necesario para nivelar el piso del coro sobre la superficie curva de la bóveda parece estar hecho. Pues las dos personas que están de pie se aprecian al mismo nivel de quiens están sentados. Además de las indispensables vigas estratégicamente aventadas por varias partes, bajo el techo del coro se alcanza a distinguir la imagen de la Virgen, ya a cubierto en el espacio disponible de su templo.







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AQUÍ
PANORÁMICA DE CHAMACUERO (Cortesía de la Srta. Lorena Cano) (fotografía bajo  estas líneas)

Esta imagen fue, presumiblemente, tomada desde el Templo de Nuestra Señora delos Remedios. Se aprecia en primer término, en la parte inferior, la portada del atrio del Templo, como puede apreciarse tendía dos adornos en los extremos que ya no están presentes, quizá el árbol que se aprecia sea el laurel que está a la altura del "Calvarito". Más atrás se ve la plazuela Obregón y la estación de Ferrocarril, en ésta pueden distinguirse varios operarios sentados en el andén y algunas mercancias sobre éste.  Los paramentos de las casas permiten inferir el trazo de las calles Ocampo y Guerrero. Destaca al fondo el templo de San Francisco, ya con su torre, para permitirnos concluir que la imagen, como muy temprana es de los años cincuenta. A la izquierda, apenas, se distingue la torre del templo de San Antonio. No dejan de llamar mi atención la uniformidad de las fachadas apreciables, tienen un estilo, aunque sobrio,  muy bien definido. Y como podrá notarse, hay muchísimos más árboles, como para no desmentir la bonanza de las huertas en aquellos años.






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PANORÁMICA DE CHAMACUERO (Cortesía de la Srta. Lorena Cano)

Esta imagen fue, presumiblemente, tomada desde el Templo de Nuestra Señora delos Remedios. Se aprecia en primer término, en la parte inferior, la portada del atrio del Templo, como puede apreciarse tendía dos adornos en los extremos que ya no están presentes, quizá el árbol que se aprecia sea el laurel que está a la altura del "Calvarito". Más atrás se ve la plazuela Obregón y la estación de Ferrocarril, en ésta pueden distinguirse varios operarios sentados en el andén y algunas mercancias sobre éste.  Los paramentos de las casas permiten inferir el trazo de las calles Ocampo y Guerrero. Destaca al fondo el templo de San Francisco, ya con su torre, para permitirnos concluir que la imagen, como muy temprana es de los años cincuenta. A la izquierda, apenas, se distingue la torre del templo de San Antonio. No dejan de llamar mi atención la uniformidad de las fachadas apreciables, tienen un estilo, aunque sobrio,  muy bien definido. Y como podrá notarse, hay muchísimos más árboles, como para no desmentir la bonanza de las huertas en aquellos años.






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Con anterioridad publicamos una breve semblanza del gobernador Melchor Ortega Camarena, originario de Comonfort, Gto. Sea por la forma de hacer política e aquellos años, sea por la simpatía que un candidato del municipio despertaba, las manifestaciones en pro de su candidatura fueron muy numerosas en nuestro pueblo. De ello dan fe las siguientes imágenes.  En la primera de ellas vemos la plaza principal en su costado norte, el rótulo de la imagen dice "Manifestación Pro Ortega" Comonfort, Gto.  Me llama mucho la atención la aparente "Columna de la independencia" que se adivina, en un tono muy claro,  al aldo derecho de la imagen.  Las siguientes dos imágenes tienen el mismo Rótulo, pero en la segunda se aprecia la fecha  Marzo 18 de 1931. Y en la tercera se disitingue  Sosa Fot. Con seguridad el nombre de quien tomó la foto.
Las siguientes fotografíaa también muestran otras manifestaciones o congregaciones de gente, como los participantes no portan pancartas, es dificil conocer el motivo y la fecha de dichos actos,. Por el aspecto de las construcciones y la indumentaria de las personas se puede concluir que no son muy distantes en tiempo de las tres imagenes anteriores. No he reconocido a ninguna de las personas que figuran en primer plano, tampoco puedo ubicar exactamente la calle en que se tomó la fotografía, creo que es la calle Juárez o Arista, pero no podría asegurarlo. Lo mismo, exactamente puedo decir de la siguiente imagen, cualquier información será muy bien venida, antes de que empiece yo a conjeturar que se trata de otro municipio.
Manifestaciones




 
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Este artículo corresponde al apartado de "Fotografías Antiguas" pero, curiosamente, ninguna de las imágenes son de nuestro municipio, aunque sí tienen mucha relación con nuestro Pueblo. De hecho creo que muchos de nosotros ya conocíamos estas fotografías, dado que estuvieron en el museo doctor Mora durante unos años.  Cuando el INAH se hizo cargo de dicho espacio y cambió la museografía para darnos a conocer la civilización de los hombres de Triplay, desechó esa parte del discurso museográfico original. No es mi intención criticar al INAH pero, en general, creo que el tremendo esfuerzo, casi en solitario, que desarrolló el Profesor Plácido Santana para dignificar este histórico y simbólico inmueble ha sido muy menospreciado (perdón, me salí del tema).

En 1963, durante el gobierno de Adolfo López Mateos, por iniciativa atribuida a Jesús Reyes Heroles, se gestionó la repatriación de los restos del doctor José Ma. Luis Mora.   El Ilustre chamacuerense salió de México a finales de 1834 y vivió en Europa hasta su muerte, ocurrida en Paris el 14 de Julio (valga la ironía o el simbolismo) de 1850. 
Unos años antes, y por motivos de salubridad, fueron construidos cuatro cementerios en lo que, en ese momento, eran las afueras de la capital francesa: Montmartre, en el norte, Montparnasse en el sur, Père Lachaise al oriente y Passy en el poniente.  Aunque hoy en día son un atractivo turístico, por la belleza arquitectónica de los sepulcros y las largas listas de celebridades que "pueblan" cada uno de ellos, dudo que el Doctor. Mora hubiese reparado en que su distinguida y no menos brillante persona se sumaría, durante 113 años, a los hombres ilustres o famosos de los  cementerios parisinos.
El 17 de junio de 1963, una comisión de legisladores mexicanos, acompañados por los correspondientes diplomáticos en funciones en Francia, acudió al cementerio de Montmartre para atestiguar la exhumación del ilustre ideólogo, precursor de la reforma. 

La primera serie de fotografías corresponden a ese momento.  He colocado, en algunas de ellas, los nombres de quienes he podido identificar.


Tan interesante como éstas, me parece el documento oficial que detalla el proceso, mismo que transcribo:

"Estados Unidos Mexicanos. Consulado General de México en Francia. París. El Escudo Nacional".
"Consulado General de México. París. El suscrito, Cónsul General de México en París, Francia, certifica: Que el Libro del Protocolo Notarial de este Consulado General, a fojas doscientas noventa, se encuentra protocolizada una escritura del tenor siguiente: Acta número 1631.- En la ciudad de París, Francia, a los diecisiete días del mes de junio de mil novecientos sesenta y tres y siendo las diez de la mañana, ante mí Rafael Nieto, Cónsul General de México en París, actuando en calidad de notario en virtud de la facultad que me confiere la fracción III del artículo 17 de la Ley de Servicio Exterior, Orgánica de los Cuerpos Diplomáticos y Consular Mexicanos, se reunieron en el Cementerio de Montmartre, ante la tumba número 114-C. el doctor Ignacio Morones Prieto, Embajador de México en Francia, el licenciado Eliseo Aragón Rebolledo, Viceprecidente de la Honorable Comisión Permanente del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos y sus compañeros los señores senadores doctor Rafael Moreno Valle, licenciado Natalio Vázquez Pallares y Lic. Guillermo Ramírez Valadez, y los señores diputados ingeniero José López Bermúdez, ingeniero Norberto Aguirre Palancares, Juan Figueroa Velazco y doctor Amadeo Narcia Ruiz así como el licenciado Arturo García Formentí, Agregado Cultural de la Embajada de México, el señor Manuel Choza Cañedo, Cónsul de México y la señorita Jacqueline González Quintanilla, Segundo Secretario de la Embajada con objeto de presenciar y dar fe de la exhumación de los restos del doctor José Luis María Mora, fallecido en París el 14 de julio de 1850 e inhumado en la fosa número 114-C, del Cementerio de Montmartre el 24 de febrero de 1860 según consta en la partida del libro de inhumaciones de dicho cementerio, en el que también aparece que en fechas posteriores y en fosas superpuestas fueron inhumadas las siguientes personas: Louis Joseph Mora Hoy, en la misma fecha; Marie Pauline Hardy, el 13 de enero de 1889; Juana Nava, el 7 de Noviembre de 1893, y Elie Albert Mora, el 28 de febrero de 1895, cuyas lápidas consignan su nombres y las fechas de defunción. La tumba del doctor Mora quedó fácil y plenamente identificada al fondo de fosa como a cuatro metros de profundidad. La Funeraria Roblot con domicilio en el número 148 de la Rue Lecourbe, de la ciudad de París, se hizo cargo de la exhumación de los restos, la que fue presenciada por los miembros de la delegación parlamentaria mexicana comisionada por acuerdo de la H. Comisión Permanente de fecha cuatro de abril de mil novecientos sesenta y tres para llevarlos a México. El procedimiento para la exhumación consistió en lo siguiente: en primer término se extrajeron los restos de Elie Albert Mora que figuraban en la parte superior de la tumba: en segundo lugar y separados por una losa se exhumaron los restos de Juana Nava; en tercer lugar se extrajeron los restos de Marie Pauline Hardy también separados por una lápida; en cuarto lugar se exhumaron los restos de Louis Joseph Mora Hoy, separados en la misma forma, y por último los del doctor José Luis María Mora que, según el dictamen de los médicos cirujanos senador Rafael Moreno Valle y diputado Amadeo Narcia Ruiz, quienes asistieron a la exhumación, se encontraron completos en su mayor parte, con la desintegración parcial de la pelvis, de los maxilares y del tórax y con pelo adherible al cráneo decolorado por la acción natural del tiempo, correspondiendo todos los restos a un hombre adulto y sin que se encontraran mezclados con ningunos otros. Una vez extraídos los restos del doctor Mora fueron colocados en una urna de plata enviada ex profeso por el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, la que se trasladó a la Embajada de México en esta ciudad, donde quedó depositada y cubierta con la bandera nacional entretanto se conduce por los comisionados a la ciudad de México. En el mismo orden en que fueron extraídos se volvieron a colocar los restos de las personas cuyos nombres se mencionan anteriormente. Terminado el objeto de esta fe de hechos se levantó la presente acta que firmaron los que en ella intervinieron en unión del suscrito Cónsul General de México en funciones de notario. Los ocho parlamentarios mencionados son originarios y vecinos de México y el Embajador y los demás funcionarios que estuvieron presentes son del mismo origen y vecinos de la ciudad de París, todos ellos mexicanos y mayores de edad. Doy fe. Yo, el Cónsul General de México en funciones de notario por ministerio de la ley, doy fe de la veracidad de este acto, de conocer a las personas que en él intervinieron y de su capacidad legal. Siguen las firmas: Rafael Nieto, Ignacio Moreno Prieto, Eliseo Aragón Rebolledo, Rafael Moreno Valle, Natalio Vázquez Pallares, Guillermo Ramírez Valadez, José López Bermúdez, Norberto Aguirre Palancares Juan Figueroa Velasco, Amadeo Narcia Ruiz, Arturo García Formentí, Manuel Choza Cañedo, Jacqueline González Quintanilla. Rúbricas. Un sello que dice: Estados Unidos Mexicanos, Consulado General de México en París, Francia. Es primer testimonio segundo en orden sacado fielmente de su original que obra en el libro de Protocolo respectivo de este Consulado General. Va debidamente cotejado y se expide en la ciudad de París, a los dieciocho días del mes de junio de mil novecientos sesenta y tres. Doy Fe. Rafael Nieto. Rúbrica. Un sello que dice: Consulado General de México en Francia. El Escudo Nacional. París." (1).

Si usted, amable lector, vista el cementerio de Montmartre, puede conocer la tumba de José Ma. Luis Mora, tal como lo muestran las siguientes imágenes (que tomé de un sitio llamado Wikimedia Commons, atribuidas a Maixentais). Nada indica que el doctor Mora ya no esté en ese lugar. Pero si es usted observador notará que la lápida y la columna sí figuran como tales en las fotos de 1963, sin embargo el entorno parece muy diferente.
Las siguientes fotografías corresponden a los momentos en que la urna de plata, conteniendo los restos del Doctor. José Ma. Luis Mora, fue expuesta, bajo la bandera nacional, para la veneración de los mexicanos, tanto en las afueras de la cámara de Diputados (en ese entonces en la calle de Donceles) como al interior del salón de sesiones. Los discursos pronunciados en la sesión solmene donde se le rinde tributo a Mora, como ilustre mexicano y como diputado que también fue, son sumamente emotivos, desde mi punto de vista. Se habla de la deuda que los mexicanos y el Congreso de la Unión en su conjunto tenían para con él y se habla de lo sobradamente merecido que es el homenaje, la repatriación de sus restos y su posterior inhumación en la Rotonda de los Hombres Ilustres (posteriormente llamada de Las Personas Ilustres). Recomiendo estos discursos a los que, como yo, sienten una verdadera admiración por el Doctor. Mora, más allá de ser también chamacuerenses o no; son sumamente elocuentes e ilustrativos de todo este proceso. Como dato anecdótico, se menciona la asistencia del Presidente Municipal de Comonfort y sus Ediles en este acto.


La tercera serie de fotografías corresponden a la inhumación de los restos del Doctor. Mora en La Rotonda de los Hombres Ilustres, destaca en todas ellas la figura del Presidente López Mateos, quien personalmente deposita la urna en la fosa para el definitivo descanso de José María Luis Mora. Entre los asistentes que reconozco está también Gustavo Díaz Ordaz, en ese momento Secretario de Gobernación y Ernesto P. Uruchurtu, Jefe del Departamento del Distrito Federal.

Más que certero me parece el calificativo de "Liberal Integérrimo (superlativo de íntegro)", que proclama una pancarta hecha con flores.

Transcribo el decreto de Inhumación:

DEPARTAMENTO DEL DISTRITO FEDERAL
DECRETO por el que se autoriza la inhumación de los restos del doctor José María Luis Mora en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en el Panteón Civil de Dolores, en esta ciudad.
Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.- Presidencia de la República.
ADOLFO LÓPEZ MATEOS, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicano, a sus habitantes, Sabed:
Que con fundamento en los artículos 23 y 24 de la Ley Orgánica del Departamento del Distrito Federal, y
CONSIDERANDO
Que un grupo de legisladores ha gestionado la exhumación y el traslado de los restos del doctor José María Luis Mora, de la ciudad de París a esta ciudad de México; y
Que los restos del eminente federalista deben reposar en la Rotonda de los Hombres Ilustres por haber sido un precursor de la Reforma y de la Revolución, ya que cuando todavía no triunfaban loas ideas liberales, propuso un plan de gobierno que incluía la supresión de privilegios; la separación de la Iglesia y del Estado; la libertad de cultos; la libertad de prensa; el reparto más equitativo de la riqueza; el fraccionamiento de los latifundios; la enseñanza obligatoria; la fundación de escuelas aún en los poblados más pequeños y la creación de institutos de enseñanza superior y profesional, he tenido a bien expedir el siguiente
DECRETO
PRIMERO.- Se autoriza la inhumación de los restos del doctor José María Luis Mora en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en el Panteón Civil de Dolores de ls ciudad de México.
SEGUNDO.- Se faculta al Departamento del Distrito Federal para que se efectúe la inhumación con la ceremonia que el acto amerita.
Dado en la residencia del Poder Ejecutivo Federal en México, Distrito Federal, a los diez días del mes de junio de mil novecientos sesenta y tres.-Adolfo López Mateos.- Rúbrica.- El Jefe del  Departamento del Distrito Federal, Ernesto P.Uruchurtu.- Rúbrica. (2).



Y si me aventuré a suponer que Mora no hubiera experimentado ningún interés por haber sido celebridad de los panteones parisinos, igual imagino que el retorno a su patria, el homenaje solemne de los mexicanos, más de cien años después de su muerte,  y el lugar de honor para él designado, sí le hubieran halagado, pese a su naturaleza ajena al elogio y las ceremonias.

Notas

(1) Diario de Los Debates de la Cámara de Diputados del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos. Año II.- Periodo ordinario XLV Legislatura, Tomo I, Número 63.

(2) Diario Oficial de la Federación, Miércoles 19 de junio de 1963, Pág. 12




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El retorno a México de José Ma. Luis Mora




Tres Fotografías Antiguas



 
LA INUNDACIÓN DE 1998

En nuestra actualización de octubre de 2018, por cumplirse 20 años, hablamos de la inundación de 1998, pero el citado artículo fue pobremente ilustrado pues mis archivos de aquél entonces estaban en algún formato de video que estoy tratando de recuperar, para subsanar esto el Arq. José González de Santiago (El Chere) se tomó la molestia de buscar en sus archivos y localizo fotografías impresas que tomó aquellos días, mismas que escaneó y me envió para compartirlas con los amables lectores, atención que agradezco en todo lo que vale.  En la misma magnitud agradecería a cualquiera de los amables lectores que nos compartieran imagenes de aquel suceso.  Pese a lo singular de la situación creo que todas las imágenes son facilmente identificables.

Algunas imágenes de la inundación de 1998

 
Las siguientes imágenes son de los años treinta, nos muestran la estación de ferrocarril de Comonfort y Empalme Escobedo.  De manera que me parece atípica son fotografías en formato amplio, es decir que su relación entre largo y alto es muy grande, casi cuatro a uno, para esta proporción solía usarse una cámara que giraba al momento de tomar la imagen, u otras cuyo lente giraba para ir registrando la imagen. Como referencia, muchas de las fotografías de grupos de universitarios graduados son tomadas con este principio, esto provoca que todos los graduados aparezcan en un mismo plano, pero los edificios posteriores se deforman, a veces notoriamente. En el caso particular de estas imágenes el efecto es poco evidente, pero se percibe. Podemos considerar que son imágenes de dos momentos diferentes, el primero de ellos nos muestran las manifestaciones en favor del Sr. Melchor Ortega quien fue candidato para gobernador del estado en 1932, así que todas esas imágenes son de ese año, no puedo asegurar que del mismo día.

Estas imágenes son de la estación de ferrocarril de Comonfort, como puede apreciarse, agraciadamente la estación no ha cambiado mucho desde entonces, y hablamos de casi noventa años. En la primera imagen, por sobre los vagones del ferrocarril observamos la estación, la torre del templo de los remedios y el cerro.  En primer plano están un par de automóviles, créame que bastante nuevos para su época, además de las personas que acudieron a manifestar su apoyo a su paisano. Ya como suposición mía pareciera que los señores de esta imagen son del sector campesino.

En la segunda imagen es de llamar la atención la cantidad de gente que acudió, es exagerado pero parece que todo el pueblo se dejó llegar a las inmediaciones de la estación, la vialidad  que sale perpendicular a la vía es la calle Melchor Ocampo y del lado derecho se aprecia el predio en el que unos años después, justamente por instancia del otro Melchor, no el rey mago sino Melchor Ortega se construyó la escuela Manuela Taboada, siempre que veo esta imagen reparo en lo singular del pretil con forma de semicírculo y coronado por un copón de cantera que enmarca el acceso al predio que ocuparía la escuela, parece como la cúpula de alguna escenografía.

La tercera imagen es muy similar a la anterior, pero debe haber unas horas de diferencia, desde este ángulo se ve mensos gente presente y los señores apostados en sus caballos junto a la vía han desaparecido (o todavía no llegaban).

La bella imagen de la estación también luce una gran cantidad de señoritas, muchachas y señoras, algunas de las cuales se guarecen del sol con sus sombrillas, con todo respeto, pero el sol de los años treinta no quemaba como el de hoy en día. No creo que esta imagen sea de ese día, pues si bien hay muchas personas en la estación, el resto de la calle está casi desierto.

En las siguientes cuatro imágenes nos fuimos siguiendo al candidato hasta empalme Escobedo, dicen las personas de entonces, que no es por menospreciar a Comonfort, pero el pueblo grande, durante muchos años, fue Escobedo.

Esto no es corroborable en las siguientes imágenes, me refiero a que no puedo afirmar que haya más manifestantes en Escobedo que en Comonfort, pero el ángulo de la primera fotografía nos permite leer algo de lo que las mantas expresaban:  "VIVA EL CANDIDATO M.ORTEGA". En otra conjeturo que decía  "Empalme Escobedo apoya" y lo que sí se alcanza a leer " A SU ANTIGUO COMPAÑERO MELCHOR ORTEGA", aquí hay que recordar que, muy joven, Melchor Ortega trabajó como telegrafista en el pueblo que aún se llamaba "Empalme de González".  Más atrás en otra manta sólo se entiende: "COMO GOBERNADOR DEL ESTADO". En ambos lados se ve el emblema del entonces PNR, Partido Nacional Revolucionario que, tras cambiar a Partido de la Revolución Mexicana, terminaría como Partido Revolucionario Institucional, siempre utilizando los colores de la bandera.  Me gustaría pensar que el hombre en el pescante del vagón, hacia el cuál convergen todas las miradas es el candidato, pero su fisonomía no concuerda.

En las úlitmas dos fotografías de Empalme Escobedo, figura, curiosamente,  la oficina de Telegrafo donde trabajó el candidato. En todas, como para corroborar que se trata del mismo día y del mismo evento, se alcanza a ver el logotipo tricolor de alguna manta de apoyo.

Estas úlitmas cuatro fotografíase parecen no corresponder con la rápida visita del candidato, lo que es notorio es la presencia de un campamento con tiendas en las que pudieran alojarse los trabajadores o almacenar algunos materiales, los grandes rollos de cable en el piso dan idea de la labor que desempeñaban estos operarios.

La proporción de las imágenes y la distorsión que mencionamos nos lleva a pensar que fue el mismo fotógrafo quien ahora registro otro momento de esta zona.

En una de esta imágenes hay un letrero que parece decir  "Ericsson Larga Distancia" lo cual ya nos dará una idea de lo que iba todo este asunto.  Muy probablemente, pero esto es conjetura mía la línea telefónica seguía, en lo posible y cuando así era conveniente, el trazo de la vía férrea.

La casa que aparece, al lado derecho de la calle, en la última foto, hoy en día presenta la misma fachada con un segundo piso parcial, pero está muy bien preservada.
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En este apartado de fotografías, nuestro interés por recibir las imágenes que quisieran compartirnos es todavía mayor, ya sea que quieran digitalizarlas y enviárnoslas por correo electrónico a:
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